lunes, 26 de mayo de 2008

Reforma energética: hecha a modo para EU

Hablar de la pretendida reforma energética es difícil porque es un tema complicado, donde los políticos solo confunden mas con sus opiniones en virtud de ser éstas normalmente sustentadas mas en conveniencias partidistas que en realidades técnicas.
No es necesario entrevistar a Andrés Manuel López Obrador para conocer su postura, tampoco a Héctor Larios, del PAN, ni a Manlio Fabio Beltrones, del PRI. De antemano sabemos sus posiciones. AMLO cae en contradicciones porque en su momento propuso la inversión privada en asuntos del petróleo mexicano, pero claro fue cuando pretendía seducir a los dueños del capital en su campaña electoral presidencial del 2006. Ahora su posición es distinta porque no es el Presidente de México y se mantiene aspirando a llegar a esa Silla de Mandar.
Los panistas solo apoyan un proyecto de su Jefe, el Presidente Felipe Calderón, y muchos de ellos ni siquiera saben del alcance de esta pretendida reforma energética. En el caso del PRI, es una postura de poder, apoyan pero no del todo, siempre dejan la posibilidad de negar su voto porque Beltrones, Beatriz y toda esa cúpula priísta, saben que un respaldo abierto, absoluto, podría ser la tumba del Revolucionario Institucional.
En realidad lo que debería importar son las opiniones y los estudios sustentados de gente especializada en el tema energético y sus consecuencias futuras a mediano y largo plazo. En días pasados, especialistas del Centro de Investigaciones sobre América Latina, de la UNAM, llegaron a la conclusión de que la reforma energética propuesta por Felipe Calderón, es una estrategia fundamental en la política exterior de Estados Unidos en virtud de que se prevé, para el 2025, este país tendrá una reducción considerable en su producción petrolera, la cual podría llegar al 18 por ciento.
Se estima para entonces, Estados Unidos dependerá en un 70 por ciento de las importaciones del hidrocarburo, lo que significa que si pierden el control, serán vulnerables a los suministros del exterior Por lo anterior, los especialistas consideran que "la propuesta de reforma energética serviría básicamente para soportar y apoyar la seguridad de Estados Unidos, a partir de maximizar la producción nacional a través de la exploración y explotación de todas las opciones que hay en el país". Los analistas creen que México toma un concepto limitado de lo que ello significa y sólo se está concentrando en la disponibilidad de suministro, en todo caso seguro, pero no reflexiona sobre otros componentes que pudieran ser válidos.
En el texto de la reforma, dicen, se consideran todos los recursos que pueden ser explotados. Ahí se da cuenta que no sólo las aguas profundas serán utilizadas, como lo querían hacer creer, sino todo el yacimiento de petróleo. Otro aspecto interesante, exponen los especialistas, es que se harían cambios en la estructura del control corporativo de Pemex. "En la reforma es claro que se pretende una nueva ley orgánica de la paraestatal, en el marco jurídico y corporativo de la empresa".
Sin duda en algo tienen razón los analistas de la UNAM: el riesgo que se corre al aprobar esta reforma, es perder el control de los ritmos de producción, porque no hay una visión a largo plazo y no existe un proyecto de seguridad energética para México. Muchos argumentan el sentido nacionalista para no permitir la inversión privada en la explotación del petróleo, lo cual en principio podría ser correcto, sin embargo, México no puede permanecer ajeno a una economía globalizada, donde la participación del sector privado es fundamental.
El tema no es fácil, particularmente cuando se aborda con principios ideológicos. Lamentablemente la escasa credibilidad en los políticos y gobernantes hace dudar a una gran mayoría de los mexicanos respecto a quien tiene la razón, y sobre todo si las intenciones manifiestas son verdaderamente enfocadas al bienestar de los ciudadanos.
Tal vez abrir a la inversión privada la explotación de un recurso patrimonio de los mexicanos como es el petróleo, no sea tan malo, a lo mejor resulta conveniente, pero lo que sí no sería nacionalista es promover una reforma energética para garantizar la seguridad de otro país olvidándose de la certidumbre del nuestro.

3 comentarios:

.fa. dijo...

"En realidad lo que debería importar son las opiniones y los estudios sustentados de gente especializada en el tema energético y sus consecuencias futuras a mediano y largo plazo."

Exactamente eso. Porque tenemos mexicanos capaces de sacar la situación adelante, pero si el presidente dice "Quiero esto", ni modo, se tiene que hacer... buuuu!!!

Mariela Martínez y María Guadalupe Maya dijo...

pues la verdad se debería de hacer un estudio acádemico de la situación de la empresa paraestatal, para verificar las finanzas, por que seguramente sin tanta corrupción PEMEX se podria modernizar sola.

Tribus urbanas dijo...

sEBASTIAN:

Es uno de los temas más complejas, ambas posturas tienen buenos argumentos; no creo que los mexicanos de a pie tengan que decidir, pus ellos carecen de arumentos tecnico, políticos y constituciones, ademas sus opiniones estarían influenciadas por ideologias; ademàs para eso les pagamos a los políticops, lo que deberiamos de hacer es exigirles que por una vez hagan bien su trabajo y que desquiten el sueldo tomando buenas determinaciones para la Nación (así con mayuscula)